“Julia” Fue la mina de carbón más antiguas de Polonia.
Carbón bituminoso
Tras 226 años de funcionamiento, en 1999 la mina ha creado un Museo de la Industria y la Tecnología que, junto con la antigua mina, entró en 2015 en la lista de la Ruta Europea del Patrimonio Industrial.
Ya en el siglo XVI existían pequeñas minas comunales propiedad del campesino y su heredero. En el informe judicial de 1561 se menciona por primera vez la existencia de minas de carbón en la zona de Biały Kamień.
Sólo en 1604 se emitió una ordenanza minera que confirmaba la existencia de la mina en Biały Kamień. Más tarde, en 1769, se anunció la nueva ley de minería, y todos los depósitos de carbón pasaron a ser propiedad del reino prusiano.
El pozo "Julia" alcanza una profundidad final de 611 m. El segundo pozo "Sobótka" se construyó a 55 metros del primero y en 1946 alcanzó su profundidad final de 443 m, con lo que se dispone de 5 niveles de extracción (10 filones de carbón). En 1999, el pozo se cubrió con piedra a unos 400 metros de profundidad. Sólo se dejó un tramo de 50 metros desde la superficie para poder bajar por las escaleras hasta el "Fox adit".
La mina es conocida por su revitalizado complejo que incluye el Museo de la Industria y la Tecnología, la galería de Arte Contemporáneo, el Centro de Cerámica Única y por su complejo de hospitalidad con alojamiento, salas de conferencias y gastronomía. El recinto ofrece numerosos talleres y visitas educativas para niños y adultos.
La historia de la mina pasa de planta de producción industrial a destino turístico regional. En 2015, la Vieja Mina recibió el prestigioso título de "Monumento bien conservado" del Instituto Nacional del Patrimonio, lo que pone de relieve la singularidad y la magnitud de las obras de revitalización.
La primera mina se llamó "Fox adit" (foso del zorro) debido a la leyenda local, según la cual un niño, mientras pastoreaba ovejas, vio un pequeño zorro y comenzó a seguirlo hasta un foso de zorros. Entonces vio unas piedras negras y las llevó a casa para enseñárselas a sus padres. Los padres no estaban impresionados porque las piedras ensuciaban la ropa del niño. El niño tiró las piedras a la chimenea y al cabo de un rato la casa se calentó. El padre le pidió al niño que le mostrara de dónde venían las piedras y luego las recogió para llevarlas a casa. Los vecinos le siguieron y así se descubrió la primera mina de carbón en la zona de Wałbrzych.