Las minas de sal de Wieliczka son unas de las mayores cuevas subterráneas de sal del mundo.
Sal
Hoy en día, la mina sigue funcionando, pero no con fines de extracción. Los mineros se aseguran de que esta mina de sal única sea un lugar seguro para los visitantes y la mantienen en las mejores condiciones para su conservación. Además, se están acondicionando más cámaras y pasillos para que puedan acceder los turistas. Sus 2 millones de visitantes anuales dan fe de su grandeza.
En 1978, la Mina de Sal obtuvo la calificación de "Patrimonio de la Humanidad" de la UNESCO.
Los lagos salinos se explotan en Lesser desde el siglo XIII, y se empezaron a excavar los primeros pozos. En el siglo XIV se construyó el Castillo de las Salinas. Fue durante el reinado de Casimiro III el Grande cuando comenzó el verdadero desarrollo de la mina, fundando un hospital y cuidando las condiciones laborales de los mineros.
Durante los años de actividad de la mina, la tecnología se actualizó constantemente y se descubrieron muchas cuevas y cámaras. Durante la Segunda Guerra Mundial, la mina fue utilizada por Alemania como manufactura de guerra. Además, miles de judíos fueron llevados a la mina para realizar trabajos forzados.
La mina de sal de Wieliczka alcanza una profundidad de 327 metros y se extiende por diferentes niveles, pasajes y cuevas. La roca de sal se parece más al granito sin pulir que a la sal cristalina que se espera. Las minas cuentan con un lago subterráneo, exposiciones de rocas de sal y de la historia de la mina. También cuenta con un recorrido para visitantes de 3,5 km, donde se pueden ver estatuas talladas directamente en la roca de sal. Sin embargo, la mina es tan grande que estos 3,5 km son sólo el 2% del laberinto de sal.
Las minas ofrecen diferentes recorridos y opciones. El enorme laberinto de sal parece tener un efecto curativo sobre las enfermedades respiratorias, y los especialistas ofrecen servicios de rehabilitación si es necesario.
La historia de las salinas pasa de ser una planta de producción industrial a un lugar turístico declarado Patrimonio de la Humanidad. Este increíble lugar está protegido por diferentes instituciones, lo que garantiza su conservación.
Hay una famosa leyenda sobre una princesa y un rey en las minas de sal. Cuenta que un rey polaco pidió a una princesa húngara que se casara con él. El padre de la princesa quería dar joyas y oro al Rey como dote, pero su hija le dijo que el Rey ya era rico. Ella decidió tirar su anillo de compromiso a un pozo de sal de su país. Cuando llegó a Polonia, le pidió al Rey que cavara en un lugar determinado. El anillo, junto con las cuevas de sal, apareció en Wieliczka. Santa Kinga es la patrona de una de las capillas.